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Fotos por Julio Cortez

 



El son jarocho está vivo en CSUN

Importantes músicos jarochos mexicanos escogen California como el lugar para enseñar y expandir su conocimiento del son jarocho. La inconfundible música tradicional del estado de Veracruz es un estilo de música vibrante, con mucho arranque y energía que se compone de improvisaciones y variaciones rítmicas. Lo peculiar de este estilo es que en el sur de California se ha preservado y transmitido de generación a generación, creando una comunidad que incluso excede a la del estado de Veracruz.

Muchos han hablado de un resurgimiento del estilo en México, en donde los grupos incorporan elementos del son jarocho a estilos como el rock, el pop o la electrónica. Pero para ciertos expertos del estilo, el son jarocho siempre ha estado vivo.

Fermín Herrera, profesor y musicólogo del Departamento de Estudios Chicanos de CSUN dijo que en el sur de California siempre ha habido un interés en este estilo de música.

"Nosotros tenemos décadas, más de una generación, por lo tanto no creo que haya un resurgimiento", dijo Herrera, quien también explicó que más que un renacimiento, se produce una idiosincrasia en la que el préstamo del son jarocho adorna la nueva música.

Herrera dijo que algunos músicos jarochos de Veracruz desconocen cuál es la situación actual en California. Algunos dicen que el son jarocho de California no es auténtico.

Según Herrera, el son jarocho es como el idioma español, una misma lengua pero con diferentes variantes.

César Castro, profesor de música y maestro jaranero, enseña un taller de son jarocho en el Café Cultural Tía Chucha de Sylmar y dijo que lleva 15 años aprendiendo y enseñando.

Castro nació en Veracruz, cuna del son jarocho, se aficionó al estilo jaranero a través de sus padres y abuelos. Considerando como un maestro del estilo, Castro comentó que desde Veracruz se fue a México D.F. con la esperanza de practicar y enseñar su música, pero lo que se encontró en la capital mexicana fue algo muy diferente de lo que él se esperaba y fue cuando decidió mudarse al sur de California.

"En California", dijo Castro, "el ambiente es mejor, la gente aquí quiere aprender con más honestidad que en México, donde el son jarocho es hoy una moda".

Castro explicó que una parte muy importante del son jarocho es el zapateado —baile sobre una tarima que acompaña a la música— y que también sirve como elemento para marcar el ritmo de la composición.
Todos estos elementos combinados alimentan, según Castro, la amistad, ya que crean un ambiente de fiesta y sentimiento comunitario.

Enseñar son jarocho en el taller de Tía Chucha's, agregó Castro, le hace volver a sus raíces. "La música", dijo "tiene una nobleza que hace sentir a la gente capaz de poder tocarla".
Para los californianos como Piero Giunti, tener la posibilidad de asistir al taller de Castro en Tía Chucha es un sueño hecho realidad. "Siempre me gustó la música mexicana, pero lo que me atrajo al taller fue César Castro, él es el capo de este estilo de música".

Resurgimiento o no, el son jarocho es un estilo que ha existido en California y seguirá existiendo gracias a la dedicación, esfuerzo y pasión de artistas como Castro o He-rrera, quien ha entendido "que lo importante de la música no es saber llevarla al escenario, sino saber apreciarla".